La Tarde-noche del Miércoles Santo, esta llena de magia y encanto, la famosa procesión de los coloraos tiene durante su recorrido rincones que no se pueden dejar de ver al paso del cortejo, sin duda uno de esos instantes mágicos, es cuando el Cristo de la Preciosísima Sangre, se detiene ante el convento de clausura de Las Anas, las monjitas detrás de sus rejas, obsequian al titular de su Archicofradía con una lluvia de pétalos de rosas, a la vez que las campanas repican a su entrada, paseando por you tube, me he topado con un video de este año 2.009, que captaba ese momento, una pena que la luz no sea buena, para ver en todo su esplendor al Señor de la Sangre.
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